domingo, 3 de enero de 2010

Ni lider, ni pichichi, ni nada de nada. El único que hace los deberes está en una isla.






La sesión del domingo, en la jornada decimosexta de la liga BBVA, ha sido decepcionante. Al menos a mi parecer. De los 16 goles que se marcaron entre el sábado y el domingo, sólo 10 se marcaron este último día. Y eso que se jugaron siete partidos, mientras que el sábado se marcaron 6 en tres encuentros. Desastroso, sobre todo gracias a dos choques, de los que se esperaba mucho, y al final no valieron ni los 10 euros que debe de costar la compra de un partido en una plataforma de pago, o los que sean. Me estoy refiriendo al Osasuna VS Real Madrid y al Zaragoza VS Deportivo.
En el caso del primer encuentro, ni Xabi Alonso, ni Cristiano (que a este paso no será ni pichichi ni pichocho, como él dice), ni Van der Vaart, ni Casillas ni compañía, pudieron con los Miguel Flaño, Pandiani, Azpilicueta, Puñal o Nekounam. Estos últimos, salieron exultantes del Reyno de Navarra, porque aunque estuviesen jugando en su casa, lo hacían frente a un equipo galáctico, pero que sigue sin jugar como un bloque compacto y que estuvo a punto de sucumbir ante la pegada de los navarros. Sólo la inocencia de éstos, la falta de confianza en que podían ganarle al Real Madrid, salvó a los de Pellegrini de copar las portadas de los diarios deportivos del lunes. Y es que los chavales del entrenador chileno no supieron aprovechar, aunque en ocasiones pareciese que no querían, el tropiezo del líder, el Barcelona. Así ni liga, ni champions, ni torneo de Brunete. Ellos sabrán.

En cuanto al segundo encuentro, el que disputaron Deportivo y Zaragoza en La Romareda, sin comentarios. Alli no se jugó al fútbol, apenas hubo ocasiones de gol (un tiro claro entre los 3 palos para cada equipo) y el centro del campo de ambas escuadras se dedicó a tocar las "pelotas" del rival. Vamos, que aquello parecía una partida de futbolín protagonizada por dos mancos. Un auténtico desastre. Y eso que a ninguno de los dos les vale demasiado el empate.
Tirando de muletillas futbolísticas, que para eso están, sumar un punto siempre es importante, positivo, es decir, peor sería que te "mojasen la oreja" con un 5-0, por poner un resultado. Sin embargo, el Deportivo podría haber empatado a 30 puntos, de haber vencido en el estadio maño, con el cuarto y el quinto clasificado, Mallorca y Sevilla, respectivamente. Pero no. Los de Lotina se conformaron con un empate rancio, más por el juego que por otra cosa. A ese equipo le sigue faltando un delantero o dos y un sustituto para Juan Carlos Valerón, que no es que haya ningún problema con él, el canario fue el mejor del partido y eso que sólo jugó 60 minutos. Pero el pobre se está haciendo mayor. Una pena para el conjunto gallego y para el fútbol en general. Como el "flaco" no habrá otro igual.
El Zaragoza por su parte parece que le ha cogido el gustillo a ser el mejor de segunda y pasa tres pueblos de echarle imaginación a su juego, atascado y falto de pegada, para mantenerse en la máxima categoría del fútbol español. Los maños dieron asco, con perdón, pero es así. Además de jugar igual de "bien" que el Depor, se permitieron el lujo de coser a patadas y entradas de mal gusto a los blanquiazules. Y claro, el árbitro, Iturralde González (cómo no) pensando en la parte del cuerpo que se iba a tocar cuando llegase a su casa, después de cobrar un buen sueldo por un trabajo...no hecho.
He leído por ahí que, en la ciudad del Pilar, están contentos porque han conseguido mantener su portería a cero, después de muchos partidos encajando una cantidad ingente de goles. Lo que no saben, es que eso contra el Deportivo tiene poco mérito, teniendo en cuenta que una de las mejores oportunidades de gol para los visitantes la tuvo Lopo (central).
También he leído, que no estaría de más que Lotina reclamase un delantero. Pero eso en el club gallego es poco más que de chiste. Sobre todo si los accionistas siguen manteniendo a un hombre que conseguirá dejar al equipo peor de lo que se lo encontró (sería muy dificil, pero no imposible), y al final ni liga, ni dos copas, ni dos supercopas, ni seis años en la élite del fútbol europeo ni dios que nos fundó. Hay que saberse retirar a tiempo.

En fin, cúmulo de despropósitos en la jornada 16, en la que sólo se ha salvado el Mallorca. Comandados por Goyo Manzano (otro jentelmán), los insulares lograron vencer, aunque no sin apuros, al Athletic de Bilbao de Joaquín Caparrós. Y es que el Ono Estadi se ha convertido en un auténtico fortín. No en vano, han ganado los últimos ocho encuentros que han disputado en su cancha. En ese plan, no es de extrañar que los de Manzano se hayan acostado en zona champions, situándose cuartos en la clasificación, aprovechando como ninguno el pinchazo del Sevilla. Eso es orgullo, eso es a mí, en mi casa, no me toca las gónadas ni San Pedro, se ponga como se ponga. Bravo por ellos.

Bueno, pues esto es to, esto es to, esto es todo amigos. No comento más, primero porque no he visto el resto de partidos, y segundo, porque aunque he visto los resúmenes, entiendo que no merece la pena alargar más esta entrada con mi opinión, que puede que sea muy válida, pero que no lleva, en este caso, a ningún lado, gracias a la "maravillosa" jornada que nos ha tocado vivir. Esperemos que la jornada de Copa del Rey sirva para algo más y podamos ver espectáculo, que para eso el fútbol mueve la "pasta" que mueve. Digo yo. O no. O qué sé yo...

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